REFLEXIONES PARA LA DIASPORA

REFLEXION PARA LA DIASPORA SALVADOREÑA

El mañana,
inicio de una nueva era,
un futuro incierto.
Un reto,
por fin el clamor por el cambio se ha hecho realidad,
dirán millones de expectadores

Realidad concreta
o falacia de realidad…
la apostada en el juego de ajedrez
con el campeón. La política.
ya las piezas ocupan posiciones en el tablero.

Juguemos…
y apostemos a ganar el desarrollo socioeconomico
y cultural de nuestra nación.
Libre de ideologías y partidarismos.
Con conciencia social.

Conciencia social, no es mas que asumir un rol participativo y activo dentro de un contexto social, llámese nacional o como uno mas de la diáspora.
Aportando por convicción sin necesidad de rasgarse las envestiduras abanderando términos de partidos, ideologías, nacionalismo, etc.
Es dejar de hablar paja y actuar dentro de los límites y alcances de cada individuo nacional o miembro de una comunidad dividida por la migración.
Buscar la integración más que el protagonismo, esperando que el propósito de la cultura sea el eslabón que una como nación, no un partido de foot ball o esperar una catástrofe natural.
Desarrollar nuestra cultural y revaluarla es el reto, así como a nosotros mismo. Los entes sociales que la conformamos
Libre de marginaciones o descrimizacion ya todos estamos en el mismo barco: Nacionales, Comunidades Indígenas y Diáspora en el exterior.
Todos fuimos paridos por una misma madre El Salvador, por eso somos salvadoreños en cualquier lugar.
Erradicar la ignorancia, fomentar la integración para alcanzar la unidad y liberarnos de las metáforas que usualmente se usan para señalar aptitudes de algunos salvadoreños y razón principal del por que la unión no existe entre los salvadoreños: el egoísmo (síndrome del cangrejo), el oportunismo y el malinchismo el cual es típico ver en épocas de campañas locales. La diferencia entre Guanaco y salvadoreño:
Dice la box populi: La diferencia entre el salvadoreño y el guanaco (no me refiero al animal sucio y peludo): El salvadoreño vive y/o sobrevive a costa del guanaco, y el guanaco a costa de su trabajo.
O de las latentes en el juego de ajedrez y que son del modus vivendi de muchos: La corrupción, el cuello blanco, el compadrazgo, la impunidad, etc.