UNICO AMOR
Miráis aquella tumba le decía,
A una mujer que locamente amaba,
Y al señalarle aquella tumba fría,
Sin quererlo mi corazón lloraba.
Allí se encuentran le dije con ternura,
Los sagrados despojos de una Diosa,
Cuyo amor fue tan grande y su hermosura
Era igual a una Virgen Dolorosa.
Presa de celos y de dolor temblando
Me dice…Porque me haces sufrir tanto,
Porque hasta hoy venias ocultando
Ese amor que encierra el camposanto.
No te enojes, procura serenarte,
Le dije con voz queda y temblorosa,
Como podrás creer que pueda amarte
Igual como a ese ser que allí reposa?
Entonces me contesta sollozando,
Diciéndome: quien era tú adorada…?
Yo le digo muy triste suspirando,
Era no más mi madre idolatrada.
Ciudad Arce, 1959
José Antonio Guzmán Rivera
MI ULTIMO ADIOS
Será cuando mi cuerpo quede inerte,
Sobre las blancas sabanas de raso,
Cuando la sombra horrible de la muerte,
Me haya tendido su crispado brazo.
Será cuándo mi esposa sollozando
Llegue a cubrir con lágrimas mi lecho,
Cuando un cirio no mas este alumbrando
En la sombra mi descarnado pecho.
Será cuando en el triste campanario
Se oiga el tañido suave y quejumbroso,
Cuando debajo del níveo sudario,
Este mi rostro pálido y lloroso.
Será cuando de mi tan solo viva,
Una flor en la tumba solitaria,
Donde mi esposa eleve pensativa
Hacia el cielo su férvida plegaria.
Será cuando después como una ofrenda
De tristeza de amor y de misterio,
Verán mi cruz con tétrica leyenda,
En la inmensa quietud del cementerio.
Ciudad Arce 1965.
José Antonio Guzmán Rivera
Miráis aquella tumba le decía,
A una mujer que locamente amaba,
Y al señalarle aquella tumba fría,
Sin quererlo mi corazón lloraba.
Allí se encuentran le dije con ternura,
Los sagrados despojos de una Diosa,
Cuyo amor fue tan grande y su hermosura
Era igual a una Virgen Dolorosa.
Presa de celos y de dolor temblando
Me dice…Porque me haces sufrir tanto,
Porque hasta hoy venias ocultando
Ese amor que encierra el camposanto.
No te enojes, procura serenarte,
Le dije con voz queda y temblorosa,
Como podrás creer que pueda amarte
Igual como a ese ser que allí reposa?
Entonces me contesta sollozando,
Diciéndome: quien era tú adorada…?
Yo le digo muy triste suspirando,
Era no más mi madre idolatrada.
Ciudad Arce, 1959
José Antonio Guzmán Rivera
MI ULTIMO ADIOS
Será cuando mi cuerpo quede inerte,
Sobre las blancas sabanas de raso,
Cuando la sombra horrible de la muerte,
Me haya tendido su crispado brazo.
Será cuándo mi esposa sollozando
Llegue a cubrir con lágrimas mi lecho,
Cuando un cirio no mas este alumbrando
En la sombra mi descarnado pecho.
Será cuando en el triste campanario
Se oiga el tañido suave y quejumbroso,
Cuando debajo del níveo sudario,
Este mi rostro pálido y lloroso.
Será cuando de mi tan solo viva,
Una flor en la tumba solitaria,
Donde mi esposa eleve pensativa
Hacia el cielo su férvida plegaria.
Será cuando después como una ofrenda
De tristeza de amor y de misterio,
Verán mi cruz con tétrica leyenda,
En la inmensa quietud del cementerio.
Ciudad Arce 1965.
José Antonio Guzmán Rivera
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