Día: Martes 09.05.2000
Hora: No se
Lugar: Aeropuerto Internacional de Comalapa, El Salvador
-Las bocinas del lugar anuncian la salida del vuelo de Taca con rumbo a Nueva York.
Una fecha para recordar por varias razones,
Mi natalicio, el cual celebraría en el mundo del cielo y las nubes,
Mi partida. Un regalo del día de las madres que le daba por anticipado. Hecho que en ves de darle una alegría con ello mutilaba su fuerte espíritu desmembrando aun más su familia por causas de mi emigración y que la condena a enfrentar sola la batalla por venir.
El proceso agónico de ver consumir a un hijo, condenado por una enfermedad terminal la Leucemia. Una cruz que llevaría a cuenta sin disponer un hombro para descargar su dolor al momento de su partida.
-Llego la hora de partir…
Rodeado de amigos incondicionales cosechados a lo largo de 20 años de carrera profesional, familiares que en silencio y simulando una alegría forzada que no dan credibilidad a nuestra partida.
-Tiempo de decir adiós y enfrentar el destino, un mañana incierto.
Frases resonantes pasan por mi mente que buscan justificar la razón de la aventura y no dar marcha atrás y dar el giro de 360 grados que justifique, dejar todo y partir de cero, ya que no vislumbro un futuro para mi por el idioma, si nos mas que dejar al destino o esperar ganar la Lotto.
Dar la oportunidad a mis hijos de forjarse un mejor futuro en un país de oportunidades ya que en el nuestro es un futuro incierto bien vale la pena este sacrificio, la familia que dejamos atrás podrá mejorar su condición de vida producto de nuestras remesas y para los amigos incondicionales, para ellos buscar alternativas de negocios para ayudarnos, son mis primeros sueños.
La distribución de abrazos y presentes para que me recuerden, quedando a espera de decir el ultimo adiós. Aprovecho y grabo en mi mente la imagen en vida de aquellos que deseo recordar y que tal vez no volveré a ver, ya que pronto nos dejara. Mi hermano La Sara.
Con la mirada al cielo dando pie al frente del grupo para ser seguido y visto con fortaleza, evito mirar atrás para dar el último adiós y dejar en evidencia mi dolor y temores.
-El vació lleno mi espíritu y por primera vez me sentí solo...
Una responsabilidad mas cayo mas sobre mis hombros, la de sacar adelante una familia de 5 sin nada que ofrecer y todo por iniciar dependiendo del destino y la buena voluntad de la familia de mi esposa, un poco de suerte, las ideas en mente, confianza en mi capacidad y experiencia acumulada por 20 años, números de teléfono y contactos esperando que no me fallaran sin conocerles, papeles de trabajo de mi plan de acción y contingencias era mi maleta de viaje.
Damos gracias de Dios por la suerte de no padecer lo que otros, los que emigran aun a costa de sus vidas y que hoy forman parte del calvario de cruces que yacen en los desiertos o que regresan mutilados de sus cuerpos y sueños.
Las que en el viaje son victimas de inescrupulosos y violan su dignidad, roban o matan por el simple placer, los que perdieron el aliento en frías aguas o los que logran pasar camuflajehadas en lugares asfixiantes o pasaron como sardinas en vehículos sofocantes.
Damos gracias a la honestidad y laboriosidad de un emigrante El cuñado Abilio que como los anteriores paso este calvario y logro su meta ya que capitalizo su sueño, La ciudadanía, aprovechando oportunidades, aprendió el idioma, trabajo arduamente y cumplió con obligaciones con el Tío SAM, lo que permitió que en un periodo de 10 años logro reunir a la Familia Amaya sumando 12 mas para consolidarla, incluyendo la mía.
No hay Quijote sin Dulcinea en esta aventura, donde el sueño de Yenni de ver unida a las hermanas estuvo al frente de las gestiones del proceso contando con el soporte del resto de los miembros. Efectos y resultados del concepto de familia, valores y tradiciones inculcados por la abuela Maura, típico ejemplo modelo matriarcado que vivió en sus tiempos ambas facetas la de pudiente y que perdió por la falta de iniciativa y apoyo de pareja, quedando a merced de depredadores, que aprovechándose de la buena voluntad la condenan a vivir de trabajo multifacético. Se gano la vida, lavando ajeno, echando tortillas, vendiendo queso y crema, fabrico flores, costura, pan y tamales.
A su llegada a los EEUU de la edad de 60 años se valió por sus medios proveyendo a las Bodegas Hispanas de sus manjares, pasteles y tamales, sopa de pata y otros entremeses por su convicción de no ser una carga de la ayuda federal.
-El ultimo adiós…
Desde la línea que divide la salida que pone fin a un pasado e inicia el principio del futuro que esperamos encontrar en el sueño americano. Mi ser quiere sucumbir y dejar salir lágrimas de desahogo, pero la figura paterna de dar fortaleza a sus críos y el indio machista de hacerle huevo, lo impiden.
Mi mente como cámara de video busca dejar grabadas las ultimas imágenes con tomas permanentes de mi madre y hermano, quienes llevarían la peor parte de mi partida.
El consuelo de venir a un país desarrollado y tener la oportunidad de buscar una alternativa para realizarme un examen de compatibilidad de medula era una esperanza que traía conmigo y razón de mis lamentos.
Que desgracia para nosotros los pobres no tener dinero y estar en medio de una problemática socio económica en un país donde el intereses monetario del gremio medico e instituciones publicas que administran el sector salud y la negligencia de los políticos de no ser abiertos al dialogo sobreponiendo intereses y banderas de colores antes del bienestar colectivo, frívolos e inhumanos, hacen que a los pobres se les niegue el derecho a la vida por una lucha de ajuste salarial, proyectos de privatización, huelgas para oportunistas y vividores que se sirven de los mas pobres, por que ellos no saben el por que, solo les dicen que les aumentaran el salario y prestaciones, sin tomar en cuenta que no habrá equidad en la distribución, ya que la dirigencia es un numero primo de compadres y quienes hacen la fuerza es un numero infinito de necesitados.
Fue la razón de la muerte del viejo Cobos después de haber recibido varios tratamientos de quimioterapia y su deseo de vivir lo fortalecía, la noticia de una huelga y por la cual no recibiría su tratamiento ambulatorio lo llevo al panteón.
-Tiempo de abordar el avión…
Las azafatas del vuelo dan las instrucciones daño inicio a la aventura. Comentarios sobre nuestra partida fueron quedando relegados para dar paso al por venir. El olor del pollo campero nos hace sentir en familia.
Horas de vuelo que en su trayectoria majestuosos paisajes dejábamos atrás, el extenso océano al pasar por Cozumel, acompañados del mundo mágico del cielo infinitos y figuras caprichosas que conforman las nubes cual niños retozando en un valle azul.
Nuestro destino se acerca y entrada la noche deslumbramos el mosaico de luces de lo que la que será nuestro nuevo hogar. Nueva York.
- Hora de retirar las maletas…
Párvulos de los procedimientos y atónitos de la infraestructura, nos preguntábamos que hacer. Al final del corredor se vislumbran varias casetas y personal americano dando la bienvenida y pidiendo los documentos.
Hasta aquí todo iba bien hasta que un anglo, empleado de migración en turno, me imagino por el estrés, horas de trabajo y su edad, perdía la paciencia al explicarnos en ingles que los pasaportes los quería sin la cobertura de plástico. Fue nuestra bienvenida, por primera me presentaron oficialmente a la discriminación.
Con los papeles en regla y la suerte de haber pasado algunos de los manjares de nuestra cocina tradicional y nostálgica, entre risas, llantos y abrazos fuimos recibidos por la familia. Una pizza nos esperaba para celebrar nuestra llegada.
-Hora de descansar para enfrentar el nuevo día en nuestra nueva casa.
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